“Si hablara del árbitro después de la derrota daría una mala imagen ante los jugadores", aseguró Guardiola en la rueda de prensa posterior al partido de ayer. Los Reyes Magos no se han portado demasiado bien con el Barça, pues la derrota por 1-2 ante el Sevilla en el Camp Nou complica y mucho el pase a cuartos de final para el 'Pep Team'. Pero más concretamente el que ejerció como un mal rey mago fue Pérez Burrull, al que sí que debería traérsele mucho carbón. Las cosas como son, el cántabro falló más que una escopeta de feria, tanto para unos como para otros, pero el Barça fue el más perjudicado.
Anuló un gol de Capel en el minuto 34 por fuera de juego que aún es discutido por muchos, pues Gaby Milito le 'hace el pase' al canterano sevillista después de que Koné le diera un patadón al aire. Por manual, Capel pasó de fuera de juego a posición legal por haber sido el defensa argentino el que le pasara el balón. En el minuto 59 Ibrahimovic cae en el área tras un leve contacto con Escudé; el árbitro lo ignora, pues será la única buena acción que haga en todo el partido.
En el segundo tiempo, minuto 60, Capel adelantó a los hispalenses, tras una buena jugada del conjunto de Nervión que encontró los espacios y mareó al Barcelona hasta dejar sólo al canterano, tras una 'asistencia' de tacón de Renato. El ambiente en el Camp Nou ya estaba crispado, pero el colegiado insistió en amargar la noche de reyes a los 48.167 culés que decidieron asistir al gran espectáculo, pues en el minuto 71 anuló un gol a Bojan por rebotar su disparo en Ibrahimovic supuestamente en fuera de juego cuando centró Dani Alves. Una locura. Esto y las incesantes agresiones a Leo Messi indignó a la afición azulgrana. Ibrahimovic lo remedió dos minutos más tarde con un golazo.
En el 74 el árbitro cántaro se coronó. Chigrinsky coge de la camiseta a Capel desde el inicio de la jugada, cierto, pero el sevillista se tira a la piscina al entrar en el área. Es falta en el momento que lo agarra por la camiseta fuera del área, no penalti cuando el jugador de Nervión decide tirarse. Y luego anuló un gol a Alves por fuera de juego. Sí que es fuera de juego, pero el mal arbitraje a lo largo del partido acabó por desesperar a los culés. Una de las peores actuaciones del colegiado polémico, pues ya fue sancionado durante un mes por haber realizado una desastrosa labor en el Santiago Bernabéu, en el partido que enfrentó a Madrid y Osasuna y que acabó con el público rojillo desquiciado.
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