De los dos partidos que ha jugado el Barça en el Camp Nou este 2010 no ha ganado ninguno. Eso hace saltar las alarmas en la afición gracias a la exageración de muchos medios en los que ya se habla del fin del ciclo. Cierto es que hay algunos problemas: el cansancio mental y físico, el irregular momento por el que pasan algunos jugadores, la lenta adaptación de otros y una plantilla algo corta pueden tener parte de la culpa, pero eso no es motivo para proclamar el Apocalipsis del Barça, ni mucho menos. También es cierto que algunos arbitrajes dejan mucho que desear, pero eso es algo externo a los jugadores de Guardiola, pues ellos deben hacer bien su trabajo. Sin embargo, ahora es cuando empieza a tener efectos negativos en los abritrajes que reciben los blaugranas aquello a lo que el propio Guardiola llamó el “run-run”. Gracias a esta definición, desde Madrid se han buscado todas las fórmulas posibles para desestabilizar a los culés. Y es que aunque el técnico de Santpedor pueda controlar a sus jugadores, no puede controlar a los árbitros, y es algo que también le desquicia a él, como pudimos ver el año pasado y en el Barça B cuando fue expulsado en algunos partidos por quejarse. De todos modos, por dos malos partidos, ya es el fin del mundo. ¿El ciclo se acaba? A Laporta se lo preguntaron y esto fue lo que respondió: “Hablar de ello a estas alturas me resulta muy precipitado, pero todo el mundo puede opinar lo que quiera”.
En cuanto a los problemas internos, se empieza a buscar una solución, al menos al de la forma física. El reto consiste en superar enero sin los dos africanos (Keita y Touré), con lesionados (Jeffren) o apenas recuperados (Iniesta), jugadores aún lejos de forma (Márquez) o por adaptarse al estilo (Chygrynskiy). Y también es un reto que los titulares superen los entrenamientos de carga de resistencia que empezaron el 29 de diciembre. Estarán sometidos durante cerca de dos meses a un entrenamiento con carga elevada de fuerza-resistencia. Ello supondrá que sus piernas se vuelvan de plomo (más fatiga, menos velocidad y más lentitud). ¿Por qué tal riesgo? Para alcanzar el mes de marzo -el más decisivo- a pleno rendimiento, que es el momento en que disminuirá el trabajo de resistencia y se introducirán el de fuerza-elástica y fuerza-explosiva, es decir, la velocidad. Quien no arriesga no gana...



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