Espectacular

Definitivamente esta Liga es un espectáculo en toda regla, la máxima competitividad se ve aquí, en España. En Inglaterra, el Manchester United lidera la Premiere League con 79 puntos en 36 jornadas seguido del Chelsea con 77 pero con un partido menos; en Italia, el Inter es primero con 73 puntos en 35 jornadas, seguido por la Roma con dos menos. Y en la Liga BBVA, en 34 jornadas, el Barça lidera el campeonato liguero con 87 puntos en 34 jornadas. Pero lo más sorprendente de todo es que el Real Madrid le sigue con un punto menos. Ya no son sólo los números de uno o de otro, sino el simple hecho de que se sigan presionando el uno al otro jornada tras jornada, victoria tras victoria.

Otros años, con 80 puntos la Liga estaba ya sentenciada. En esta, si el Barça y el Madrid lo ganan todo, se quedarían con 99 puntos los azulgrana y con 98 puntos los blancos, el resultado más ajustado en relación jornadas-puntos. Ambos cumplieron ayer sus deberos; primero el Barça contra el Xerez, luego el Madrid ante el Zaragoza. Los azulgrana empezaron sin Messi, para que así esté fresco contra el Inter de Milán el miércoles. Jeffren se encargó de abrir la lata con una buena jugada personal que culminó de forma brillante. Se lo guisó y se lo comió todo él solito; un golazo. En Camp Nou se quiso ir por faena para empezar a pensar en el Inter y Keita vio a Ibrahimovic, que cedió generosamente el 2-0 a Henry. Mario Bermejo aprovechó un clamoroso regalo de Chygrynskiy y batió a Valdés con un obús por la escuadra. Salió Messi y creó algo de futbol, pero fue Ibrahimovic quien sentenció a pase de Touré. Tres puntos más y una jornada menos.

Pero en Zaragoza el Real Madrid no falló, aunque poco le faltó para pinchar en la Romareda. Tras una primera parte sin goles, en el minuto 49 Ronaldo tuvo una ocasión tras un despeje del guardameta Roberto, pero la tercera ocasión seguida la decidió ceder a Raúl, que acabaría empujando el balón al fondo de las mallas. Colunga empató en el 60′ para los maños tras driblar a Casillas y rematar a puerta vacía. Los de Pellegrini tuvieron el miedo en el cuerpo durante más de 20 minutos. Pero fue el repudiado Kaká el que tuvo que salvar los muebles, por lo que una vez más la calidad individual hizo emerger las cenizar al Real Madrid. Tras una buena triangulación, Ronaldo cedió al brasileño, que 42 días después, jugó y salvó 3 puntos vitales. ¡Menudo final de Liga nos espera!