"Por la entidad del rival, es una ventaja ridícula. Si tienes un resbalón, te atrapan“, remarcó ayer Pep Guardiola en relación a la mínima diferencia de tres puntos que separan a Barça y Madrid tras el clásico, puesto que quedan aún 21 puntos en juego. Además, recordó que si el conjunto merengue consiguió ganar doce partidos seguidos, “también es capaz de hacer siete de siete”. Esta vez no es como el año pasado, ya que tras el 2-6 la Liga sí quedó muy encarrilada “con siete puntos de ventaja y faltando cuatro partidos”, pero ahora “el título no se decidirá hasta la última o las dos últimas jornadas“, analizó el técnico azulgrana.
Como siempre, está convencido de que el eterno rival “no dejará de pelear y luchar hasta el final“, aunque tampoco lo dejarán de hacer los cracks azulgrana: “Ahora, el cansancio no existe. Está todo tan cerca que no hay cansancio posible, sólo el deseo de poder hacer algo muy grande”, sentenció Guardiola. Y es que, tras el partidazo del sábado, esta noche visita el Camp Nou el Deportivo de la Coruña (22.00 horas), un hueso duro de roer y que será la primera final de las siete que quedan en la Liga. El míster hizo un llamamiento para que la gente venga a animar: “Si ganamos mañana [hoy] daremos un paso muy grande hacia delante y, si perdemos, daremos un paso grande hacia atrás. Así que nos tienen que echar una mano, porque los jugadores se lo merecen”, apuntó Guardiola.
La táctica del técnico azulgrana es salir con la misma intensidad que se pudo ver en el Bernabéu, el feudo madridista en el que los culés “corrieron como animales”. “El objetivo es no poder reprocharnos nada de aquí al final“, recalcó. Por último, agradeció a Lotina que le considere el mejor entrenador del mundo, pero no le dio la razón del todo: “Soy el mejor, porque gano, pero si él estuviera en mi situación, también podría hacer los numeros que yo he hecho. Lo importante es la trayectoria, llevar diez o doce años entrenando como él, pues creo que es el segundo o tercer entrenador en activo con más partidos en Primera. Yo aún tengo que ganarme muchas cosas”, concluyó el técnico azulgrana.
Como siempre, está convencido de que el eterno rival “no dejará de pelear y luchar hasta el final“, aunque tampoco lo dejarán de hacer los cracks azulgrana: “Ahora, el cansancio no existe. Está todo tan cerca que no hay cansancio posible, sólo el deseo de poder hacer algo muy grande”, sentenció Guardiola. Y es que, tras el partidazo del sábado, esta noche visita el Camp Nou el Deportivo de la Coruña (22.00 horas), un hueso duro de roer y que será la primera final de las siete que quedan en la Liga. El míster hizo un llamamiento para que la gente venga a animar: “Si ganamos mañana [hoy] daremos un paso muy grande hacia delante y, si perdemos, daremos un paso grande hacia atrás. Así que nos tienen que echar una mano, porque los jugadores se lo merecen”, apuntó Guardiola.
La táctica del técnico azulgrana es salir con la misma intensidad que se pudo ver en el Bernabéu, el feudo madridista en el que los culés “corrieron como animales”. “El objetivo es no poder reprocharnos nada de aquí al final“, recalcó. Por último, agradeció a Lotina que le considere el mejor entrenador del mundo, pero no le dio la razón del todo: “Soy el mejor, porque gano, pero si él estuviera en mi situación, también podría hacer los numeros que yo he hecho. Lo importante es la trayectoria, llevar diez o doce años entrenando como él, pues creo que es el segundo o tercer entrenador en activo con más partidos en Primera. Yo aún tengo que ganarme muchas cosas”, concluyó el técnico azulgrana.
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