El Marca titulaba esta mañana: “Higuaín y Cristiano meten miedo al Barça“. Cierto es que los de Pellegrini hicieron sus deberes antes de llegar al clásico, pues ganaron a un Racing de Santander muy apagado y groggy, como si no recordara que se está jugando la permanencia en Primera División (a 6 puntos de la salvación), pero el encuentro fue aburrido y triste, por lo que mucho miedo no pueden dar con este juego aburrido y pobre. El Madrid ganó, aunque también se podría decir que los cántabros perdieron el partido, ya que los dos goles que encajaron fueron a causa de fallos en defensa. El primero de ellos lo metió de penalty Cristiano Ronaldo que a él mismo le provocaron. Fue penalty, de eso no hay duda. Y el segundo tanto lo metió Higuaín gracias a su astucia y al pésimo marcaje que le hicieron cuando Guti se inventó un pase largo muy preciso.
De todos modos, ya quedó atrás la 30ª Jornada de la Liga BBVA, que nos ha dejado varias curiosidades. Entre ellas, en el mismo partido del Racing-Real Madrid, el duelo del futuro jugador blanco, Sergio Canales, contra el equipo por el que ha fichado. Pero no fue nada del otro mundo, ni mucho menos, pues el joven crack tan sólo tuvo una oportunidad clara de marcar y la desaprovechó. Era un tiro a puerta vacía pero desde algo más allá de la esquina del área de Casillas. No era fácil, pero de haberla metido se hubiera coronado ante su público y ante sus futuros compañeros. El que sí se lució ayer y pareció resurgir el Domingo de Ramos fue David Villa, que, al meter dos goles ante el Almería, se posiciona como tercer máximo goleador de la Liga BBVA con 20 tantos, por detrás de Higuaín y Messi.
En el Getafe-Espanyol el jugador azulón Boateng le arreó un puñetazo de lo lindo a Moisés Hurtado después de que éste le hiciera una fuerte entrada. Un gesto muy feo que no fue sancionado con expulsión por el colegiado Ramírez Domínguez. Aunque también vimos uno de los golazos de la jornada. Osvaldo pegó un zambombazo tras un bote del balón que se colaba por encima del guardameta azulón, haciendo una parábola espectacular. Un gol similar hizo Ángel en Valladolid-Villarreal. Desde fuera del área la enganchó y subió y bajó como un obús. Luego, el jugador amarillo se levantó la camiseta del equipo para mostrar una con el rostro de su malogrado compañero Dani Jarque. Así pues, el submarino amarillo se situa ya a dos puntos de la Europa League y a cinco también de la competición europea el Atlético de Madrid, que venció ayer al Deportivo. Por último, el Mallorca dejó escapar su plaza de Champions en manos ya del Sevilla, que también resucitó ante el Tenerife.
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