Hillary, quien escaló el Everest en 1953 con el sherpa nepalí Tenzing Norgay, murió en el 2008 a los 88 años en Nueva Zelanda. El escalador deseaba que sus cenizas fueran esparcidas en la montaña y en el puerto de Auckland, según dijeron sus ex colaboradores.
Las cenizas destinadas al Everest han estado en un monasterio en el pueblo de Thame, a la sombra de la montaña, en los últimos dos años.
"Llevaré las cenizas a la cima del monte Everest conforme a los deseos de Hillary", dijo a los periodistas el sherpa Apa, quien está tratando de realizar su ascenso número 20 a la montaña de 8.850 metros este verano.
Apa, quien ya tiene el récord de los ascensos más exitosos al Everest, aseguró que también llevará una pequeña estatua de Buda, el fundador del budismo, a la cima para rezar por la "paz eterna" del alma de Hillary.
"Es considerado muy sagrado y bueno para las almas difuntas", señaló sobre la estatua el sherpa Ang Rita, quien trabaja para Fundación Himalaya de Hillary, en Katmandú.
Hillary abrió la Fundación Himalaya y recaudó 250.000 dólares anuales para ayudar a construir escuelas, hospitales, un aeropuerto y ductos en el remoto distrito de Solukhumbu, donde se encuentran el monte Everest y los sherpas conocidos por sus habilidades para escalar.
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