En las dos últimas visitas al Calderón en Liga, el Barça ha encajado dos derrotas en el feudo colchonero; y tan sólo ha ganado una vez en ocho años, lo que demuestra que es un campo tremendamente difícil para los culés. Lo más triste para los de Guardiola es que en la clasificación de la Liga BBVA se suma la primera derrota de la temporada y ya no podrá marcar 0 partidos perdidos.
El partido empezó fatal para los culés, estaban dormidos, anonadados. Las bajas se notaron y sus estrellas como Messi o Xavi no brillaron como es costumbre en ellos, por lo que costó aún más arrancar. Las circunstancias obligaron a Guardiola a alinear a Jeffren desde el inicio. Quique Sánchez Flores, astuto, mandó a sus hombres asaltar la zaga barcelonista por su lado, y Forlán, tras un magnífico pase de Reyes, entró en diagonal entre el propio Jeffren y Puyol para quedarse cara a cara con Valdés y batirle con un disparo cruzado. Era el minuto 9 y era una de las pocas veces que el resultado se ponía en contra desde el principio. El líder no supo encajar el gol y siguió incómodo y a merced del rival.
Poco después, el Kun se escapó de modo similar a Forlán entre la defensa blaugrana -que ayer iba de amarillo- y se plantó sólo ante Valdés. Al ver que podía dejar en bandeja el segundo gol al uruguayo, decidió habilitarle para hundir a los culés, pero apareció Puyol tras un esprint y cortó en una aparición providencial. Pero en el minuto 22, Simao enmendó el error de su compañero. El portugués lanzó una falta al palo que defendía Valdés y que este no llegó a atajar. Otro jarro de agua fría y aún quedaba mucho partido. Pero cuando el cuadro catalán parecía más que sentenciado a recibir una paliza, apareció la estrategia salvadora. Un saque de esquina corto al primer palo, rebotó en las cabeza de Puyol que supuso una asistencia para Ibrahimovic, que remató con el interior una volea precisa y potente para poner el 2-1 en el luminoso, que acabaría siendo el resultado final.
Luego los catalanes despertaron, pero no acertaban. Y en el segundo tiempo todo empezó igual: un Barça 'groggy', atónito. Puyol tuvo más trabajo que nadie y fue de los mejores del equipo de Pep Guardiola. Pasaban los minutos y no había suerte, aunque también el partido se volvió aburrido y con poco fútbol, algo que en estos encuentros no suele pasar. De este modo, el Barça se deja 3 puntos por el camino y ya tiene a dos al Real Madrid, que le pisa los talones por el retrovisor. Ahora toca reflexionar, aunque Guardiola aseguró que "No tengo reproches que hacer al equipo. Lo hemos dado todo, pero no hemos estado finos. En la pérdidas de balón no estábamos del todo bien puestos. El Atlético ha hecho un partido muy bueno".
El partido empezó fatal para los culés, estaban dormidos, anonadados. Las bajas se notaron y sus estrellas como Messi o Xavi no brillaron como es costumbre en ellos, por lo que costó aún más arrancar. Las circunstancias obligaron a Guardiola a alinear a Jeffren desde el inicio. Quique Sánchez Flores, astuto, mandó a sus hombres asaltar la zaga barcelonista por su lado, y Forlán, tras un magnífico pase de Reyes, entró en diagonal entre el propio Jeffren y Puyol para quedarse cara a cara con Valdés y batirle con un disparo cruzado. Era el minuto 9 y era una de las pocas veces que el resultado se ponía en contra desde el principio. El líder no supo encajar el gol y siguió incómodo y a merced del rival.
Poco después, el Kun se escapó de modo similar a Forlán entre la defensa blaugrana -que ayer iba de amarillo- y se plantó sólo ante Valdés. Al ver que podía dejar en bandeja el segundo gol al uruguayo, decidió habilitarle para hundir a los culés, pero apareció Puyol tras un esprint y cortó en una aparición providencial. Pero en el minuto 22, Simao enmendó el error de su compañero. El portugués lanzó una falta al palo que defendía Valdés y que este no llegó a atajar. Otro jarro de agua fría y aún quedaba mucho partido. Pero cuando el cuadro catalán parecía más que sentenciado a recibir una paliza, apareció la estrategia salvadora. Un saque de esquina corto al primer palo, rebotó en las cabeza de Puyol que supuso una asistencia para Ibrahimovic, que remató con el interior una volea precisa y potente para poner el 2-1 en el luminoso, que acabaría siendo el resultado final.
Luego los catalanes despertaron, pero no acertaban. Y en el segundo tiempo todo empezó igual: un Barça 'groggy', atónito. Puyol tuvo más trabajo que nadie y fue de los mejores del equipo de Pep Guardiola. Pasaban los minutos y no había suerte, aunque también el partido se volvió aburrido y con poco fútbol, algo que en estos encuentros no suele pasar. De este modo, el Barça se deja 3 puntos por el camino y ya tiene a dos al Real Madrid, que le pisa los talones por el retrovisor. Ahora toca reflexionar, aunque Guardiola aseguró que "No tengo reproches que hacer al equipo. Lo hemos dado todo, pero no hemos estado finos. En la pérdidas de balón no estábamos del todo bien puestos. El Atlético ha hecho un partido muy bueno".
0 comentarios:
Publicar un comentario