Menudo chasco se llevaron ayer los aficionados madridistas cuando el árbitro Martin Atkinson pitaba el final del partido, en el que el luminoso marcaba 1-0 favorable al Olympique de Lyon en la ida de los octavos de final de la Champions League. La primera parte no tuvo un claro dominador, todo estuvo bastante igualado. Pero fue empezar la segunda parte y Jean Makoun, que apenas había participado en el juego los primeros 45 minutos, cogió la pelota poco después del mediocampo, corrió unos metros y disparó un trallazo que entró por toda la escuadra, lo que hizo desatar la euforia en las gradas del Stade de Gerland y desestabilizar a los merengues.
El Madrid tuvo más posesión de pelota (60%), pero no tuvo esa profundidad que los de Lyon imprimieron durante todo el partido. El resultado no es bueno, pero tampoco es el peor, puesto que Casillas salvó una oportunidad clarísima al héroe de la noche, Makoun, que pudo marcar el segundo. Aunque según Xabi Alonso "el resultado es perfectamente remontable", Pellegrini tendrá un problema en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu: las absencias del ex del Liverpool y de Marcelo, que vieron ayer su tercera tarjeta amarilla y deberán cumplir la sanción. El gran proyecto de Florentino Pérez pasa por ganar la Champions en el Bernabéu, aunque primero hay que pasar de octavos, un 'gafe' que los blancos tiene desde hace cinco años.
Por otro lado, el segundo partido de Champions que se jugó ayer enfrentaba al Milan de Ronaldinho y al Manchester de Rooney. Todo empezó bien para los italianos, con un gol del astro brasileño a los tres minutos. Scholes empataba en el 41, y Rooney en la segunda parte metió dos goles de cabeza que ponían pie y medio a los de Fergusson en los cuartos de final. Seedorf, con un golazo espléndido de tacón, puso el 2-3 definitivo en el marcador y da una mínima esperanza a los 'rossoneri'. Sin embargo, Old Trafford espera y el equipo de Ronaldinho lo tiene mucho más crudo que el de Cristiano Ronaldo, Kaká' y Benzemá.
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