El atleta andaluz, Paquillo Fernández, ha dado una rueda de prensa en la que ha reconocido que tenía en su domicilio productos dopantes, al a vez que aseguraba no haberlos llegado a consumir. Hay que recordar que este atleta (aunque no se si se le debería seguir llamando así) ha sido tres veces subcampeón mundial, doble campeón de Europa y plata olímpica (Atenas 2004) en 20 kilómetros marcha, y con este impresionante palmarés yo me hago una pregunta ¿Qué necesidad hay de usar estos productos?
El atleta andaluz ha explicado en conferencia de prensa que "las cosas se tienen que hacer bien" y ha reconocido que él no lo hizo, por lo que se ha mostrado "arrepentido" y dispuesto a "pagar" su castigo, aunque está "molesto porque se han dicho muchas barbaridades".
Personalmente tengo que admitir que “era” uno de sus admiradores, me encantaba verlo correr como controlaba las carreras y su valentía y coraje, no se arrugaba ante nada ni nadie, y resulta que ese superhombre al que respetaba a resultado ser un cobarde y débil. En sus declaraciones ha llegado a decir "El deporte de élite es muy exigente y sacrificado y parece que si no ganas una medalla no eres nadie" con esto ya me ha dejado claro una cosa este señor que solo está en el atletismo profesional por el reconocimiento mediático y si esto es verdad me parece algo muy triste.
Una persona de su grandeza debería saber y admitir que el tiempo pasa para todos, que hay momentos en la vida que estamos al 100x100 y somos capaces de comernos el mundo y ser los mejores pero a la vez hay que saber que habrá momentos en los que estemos más flojos o simplemente que nos encontremos con otros atletas en un grandísimo estado de forma que nos puedan batir, pero hay esta lo bueno del deporte, la competitividad, el espíritu deportivo el de ser constantes y exigentes para lograr se mejores cada vez y acabar con barreras , para demostrar que el ser humano es capaz de las más grandes hazañas, pero jamás hay que recurrir al dopaje porque eso va en contra de todos los valores que representa el deporte, es repugnante.
Esta noticia es muy triste para todos los que practicamos y amamos un deporte tan noble como es el atletismo, solo quiero decir que es mejor quedar fuera de los puesto de las medallas y poder ir con la cabeza bien alta, que ser medallista con trampas tan repugnantes como el dopaje. Niños decir no al dopaje y si al esfuerzo y a la constancia.
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